CODO DE LAS LIGAS MENORES O APOFISITIS MEDIAL
¿Qué es el “codo de las ligas menores”?
La apofisitis medial de codo o “codo de las ligas menores” consiste en un dolor en la cara interna del codo que se incrementa con la actividad deportiva, principalmente en deportes de lanzamiento como el béisbol, en niños entre los 8-15 años y secundario a las tracciones repetidas que acontecen sobre la apófisis o cartílago de crecimiento de la epitroclea.

Causas de apofisitis medial de codo. Otro “dolor del crecimiento”.
Cuando llamamos “dolores del crecimiento” queremos indicar que los síntomas desaparecerán a medida que el esqueleto se desarrolle. Actualmente, hemos puesto “nombres y apellidos” a muchos dolores del crecimiento denominándose: Enfermedad de Sever, Freiberg, Osgood-Schlatter… Todas estas enfermedades, en general, tienen un denominador común: exceso de tensión mecánica en un hueso inmaduro (apófisis).
Las apófisis son “salientes” de hueso donde se insertan los tendones que actúan como palanca para mover las articulaciones. Dichas apófisis tienen un núcleo de osificación diferente que el resto del hueso, nacemos con cartílagos que van osificándose durante el crecimiento y se van uniendo al hueso a distintas edades. Es por ello, que cada apofisitis aparece únicamente en edades muy características y siempre antes de que se establezca la osificación definitiva. Es decir, un exceso de tensión mecánica sobre un tendón puede originar, en niños, apofisitis (zona más débil de cartílago) y, en adultos, tendinitis o entesitis (ya que la apófisis fusionada al resto del hueso es muy resistente mecánicamente y será el tendón el que sufra). ¡¡¡¡Esto hace que sean enfermedades autolimitadas con la edad y de muy buen pronóstico!!!
En el caso del codo de las ligas menores la apófisis o tuberosidad medial del codo es la afectada por la excesiva tensión del tendón de los músculos epitrocleares, lo que hace que se inflame el cartílago y se produzca dolor.
La imagen radiográfica muestra una apófisis medial separada del resto del codo y, en ocasiones, signos indirectos de estrés mecánico, como esclerosis (hueso más blanco), fisuras o irregularidades alrededor del cartílago. Sin embargo, en general, la radiografía simple aporta poca información.

Síntomas del codo de las ligas menores
Niño entre 8-15 años que refiere dolor en la cara interna del codo durante la actividad deportiva de lanzamiento o al finalizarla. Con el tiempo el dolor puede hacerse constante incluso en reposo.
A la exploración, el dolor se incrementa a la palpación del apófisis medial del codo y con la flexión contrarresistencia de la muñeca.
Los síntomas se incrementan con actividades físicas como levantamiento de pesas o natación y en pacientes delgados puede verse perfectamente cómo se luxa el tríceps o el nervio.
Pueden asociar síntomas de irritación del nervio cubital, con o sin luxación del mismo, como hormigueo, calambre o quemazón en la parte interna del codo y antebrazo.
Diagnóstico. Cínica y exploración!
El diagnóstico se fundamenta en la clínica y exploración, basado en los síntomas, patrón del dolor y edad.
La radiografía se reserva en casos de dudas o sospecha de arrancamiento de la apófisis medial del codo.
La ecografía puede mostrar la zona de dolor y cambios inflamatorios alrededor de la apófisis o tendón de los epitrocleares.

Tratamiento. ¡Papás, no os preocupéis, esta enfermedad se cura con el tiempo y no deja secuelas!
En primer lugar hay que explicar a los padres y al paciente la naturaleza del proceso, así como su evolución y resolución espontánea. Es una enfermedad que dura 2-3 años, con episodios de mejoría y recidivas, pero que terminará curando sin secuelas.
La finalidad del tratamiento es eliminar o aliviar el dolor manteniendo las actividades del niño en la medida que sea posible. Conviene evaluar qué actividades deportivas realiza el niño y si éstas se realizan con una intensidad óptima y con una técnica adecuada.
La aplicación de frío local, la utilización de una cincha de descarga (goma o silicona) o la medicación antiinflamatoria pueden ayudar a aliviar las molestias en los brotes más intensos de dolor, así como reducir la intensidad de la actividad deportiva.
Se debe acompañar, en casos más severos o duraderos, de fisioterapia y readaptación deportiva con ejercicios de estiramiento para reducir la tracción de los músculos epitrocleares. La tecnología Indiba Activ®, bomba diamagnética y el entrenamiento de restricción de flujo Mad Up® permite desinflamar y reacondicionar los tendones epitrocleares de forma más rápida.
De forma excepcional puede producirse una fractura por tracción, lo que precisaría una inmovilización enyesada hasta la curación.
En Osium Trauma y Synergia hemos desarrollado la Unidad interdisciplinar de Traumatología Deportiva formada por médicos, fisioterapeutas y readaptadores especializados en patologías deportivas que afectan al codo en el adulto y también en el niño, ya que cada vez son más frecuentes las lesiones por sobreuso en edades tempranas.