CODO DE TENISTA O EPICONDILITIS
¿Qué es el codo de tenista?
La epicondilitis o codo de tenista es la inflamación de la inserción o entesis de los músculos epicondilares del antebrazo, fundamentalemente el extensor carpi radialis brevis. La denominación más correcta sería epicondilosis porque realmente no se considera una inflamación aguda sino una degeneración progresiva del tendón en su inserción, lo que complica el tratamiento
Es la lesión del codo más frecuente, acontece en el 1-3% de la población, entre los 30-50 años en deportes de raqueta, al dar el revés de forma inadecuada, pero también en pacientes que trabajan con el ordenador y trabajadores manuales como pintores, mecánicos, carpinteros, cocineros, peluqueras o limpiadoras.
Los músculos epicondíleos son cuatro: extensor carpi radialis longus (ECRL), extensor carpi radialis brevis (ECBR), extensor Digitorum communis (EDC) y extensor carpi ulnaris (ECU), los cuales contribuyen con a los movimientos de extensión de muñeca y dedos y están implicados en prácticamente todas las actividades de agarre.

Causas. No todo es por el tenis…
La causa más frecuente es la sobrecarga mecánica en la entesis de los músculos extensores del antebrazo por sobreuso en actividades que implican movimientos de extensión y prono-supinación.
Con en tiempo, se van a producir desgarros microscópicos que se inician en el ECRB, los cuales, al superar la capacidad de reparación del tendón van a perpetuar las lesiones, originando un proceso inflamatorio y dolor.
Hay dos actividades fundamentales que predisponen a epicondilitis:
- Deportes de raqueta: como tenis o pádel, debido a los golpeos de revés se desarrolla un estrés mecánico en la musculatura epicondílea, influyendo notablemente la técnica de golpeo como:
- Incapacidad para mantener la muñeca fija al realizar el impacto conlleva una hiperextensión de la misma y una sobrecarga de los epicondíleos.
- Uso de raquetas muy rígidas, asociado a una musculatura débil.
- Actividad laboral: a pesar de los deportistas se llevan la fama de esta lesión, la mayoría de estas lesiones ocurren en pacientes asociado a su actividad laboral, fundamentalmente, por agarre de objetos como pintores, carpinteros, mecánicos, peluqueros, cocineros… Otra fuente importante de lesiones son los trabajos que utilizan el ordenador, en los que la posición del teclado y ratón mantiene continuamente contraídos los músculos extensores de la muñeca y dedos, lo que ha hecho que se haya denominado “codo del ratón”.


Clínica. Dolor en el “hueso de la parte externa del codo”…
Fundamentalmente cursa con dolor en cara lateral del codo que se incrementa con los movimientos de extensión y supinación de la muñeca. El inicio del dolor es progresivo, de características mecánicas, pero con el tiempo puede conllevar dolor incluso en reposo.
A veces perciben que “pierden fuerza” y se les caen las cosas de la mano como al realizar la pinza para coger un vaso o una taza.
El dolor puede irradiarse por la cara externa del antebrazo pero, en esos casos, hay que descartar que presente de forma asociada un síndrome de la Arcada de Froshe o neuropatía por atrapamiento del interóseo posterior.

Diagnóstico. Cínica y Ecografía!!!
El diagnóstico se basa en la clínica y exploración física, el grado de lesión se confirma mediante ecografía MSK de alta resolución.
A la exploración, presentan dolor a punta de dedo sobre el epicóndilo lateral, que se incrementa con la extensión contrarresistencia del tercer dedo (test de Maudsley) o con la extensión contrarresistencia de la muñeca (test de Cozen). Podemos evaluar la fuerza comparándola con la contralateral para valorar el grado de disfunción que presenta.
La ecografía MSK dinámica de alta resolución permite evaluar el grado y cronicidad de la lesión, los defectos tendinosos, calcificaciones, hipervascularización… lo que determina el tipo de tratamiento que debemos utilizar en cada caso y el pronóstico de la lesión.
Otras pruebas, como la radiografía simple o la resonancia magnética nuclear, no son necesarias para el diagnóstico.



Tratamiento. Terapias invasivas ecoguiadas y fisioterapia!
El tratamiento se basa en tres pilares fundamentales: las Terapias Invasivas Ecoguiadas tanto para las lesiones agudas como crónicas, la Fisioterapia y Readaptación deportiva que permiten reacondicionar el tendón y los grupos musculares del codo y, en escasas ocasiones, la cirugía ultramínimamente invasiva.
TERAPIAS INVASIVAS ECOGUIADAS
Se utilizan como complemento tanto en fases agudas para reducir la inflamación y dolor como en fases crónicas para estimular la regeneración de los tendones epicondíleos. (Ver más en Terapias Médicas Avanzadas. Medicina Regenerativa ).
- Infiltración Ecoguiada peritendinosa: en la fase aguda inflamatoria es muy eficaz la infiltración de un antiinflamatorio en la vaina periférica del tendón para reducir el dolor y permitir realizar las actividades de estiramiento y reequilibrio muscular. Es estrictamente necesario realizarlo con control ecográfico para poder depositar el fármaco en la zona adecuada, asegurar su eficacia y evitar lesiones por la introducción intratendinosa del mismo.
- Terapias Biológicas de Medicina Regenerativa: basadas en el concepto de “autoacuración”, aplicamos terapias como el Plasma Rico en Plaquetas (PRP) en el tendón lesionado para reducir la inflamación y estimular su curación. A nivel del epicóndilo se aplicará intratendinoso justo en su inserción (entesis), donde se encuentran los defectos crónicos visibles ecográficamente. ( Ver más en Terapias Médicas Avanzadas. Medicina Regenerativa ).
- EPI® (Electrolisis Percutánea Intratisular): consiste en aplicar una corriente eléctrica que reactiva el proceso natural de curación de los tejidos. Es muy útil en la epicondilitis crónica aplicado sobre la zona de lesión. ( Ver más en Terapias Médicas Avanzadas. EPI®: Electrólisis Percutánea Intratisular ).
- Hidrodilataciones con suero, colágeno o ácido hialurónico: son técnicas de lubricación peritendinosa aplicadas en epicondilitis crónica, donde predomina el engrosamiento del tendón por acúmulo de fibras colágenas. Se aplicarán de forma ecoguiada sobre la vaina periférica.
- Inyecciones esclerosantes con polidocanol: en epicondilitis crónicas con gran hipervascularización visibles en ecografía doppler, podemos realizar la inyección ecoguiada de sustancias esclerosantes como el polidocanol para obliterar la neovascularización que es un factor favorecedor de la cronicidad de la lesión.
- Técnica de Needeling o micropunciones: consiste en estimular la curación natural del tendón mediante la punción ecoguiada del mismo en la zona de lesión y en su inserción ósea, lo que origina un pequeño sangrado local y reactiva el proceso de curación natural de la lesión. Es una técnica que puede realizarse aislada o combinarse con cualquiera de las mencionadas previamente para el tratamiento de epicondilitis crónica.
FISIOTERAPIA Y READAPTACIÓN DEPORTIVA
En la fase aguda es necesario un reposo parcial y modificación de la actividad, tanto deportiva como laboral, evitando actividades de agarre fundamentalmente en pronación, realizando cargas con la mano en supino (palma hacia arriba) que sobrecarga menos la musculatura extensora. En cuanto al trabajo con ordenador, se aconseja sustituir el ratón por otro “ergonómico” que es vertical.
Se aconseja añadir una “cincha o banda de codo” para reducir el estrés mecánico en la inserción del tendón, que puede usarse en fases agudas y crónicas durante las actividades.
Además combinaremos diferentes técnicas de fisioterapia como la crioterapia, ondas de choque extracorpóreas , bomba diamagnética o Indiba Activ®. Todo ello para reducir el dolor y la inflamación del tendón y estimular los procesos de curación natural.
Una vez mejorado del dolor agudo deberemos iniciar un programa de readaptación y reacondicionamiento muscular tratando de modificar o corregir los factores que han propiciado la lesión. Realizaremos entrenamiento progresivo de los músculos extensores del antebrazo, mediante ejercicios isométricos, isotónicos y, especialmente, ejercicios excéntricos. El programa de readaptación debe ser individualizado según los hallazgos ecográficos que marcan la curación de la lesión y es especialmente útil el entrenamiento de bajo flujo con el sistema Mad UP® que acelera de forma exponencial la recuperación.
CIRUGÍA ECOGUIADA
De forma excepcional si persisten los síntomas tras más de 6 meses de tratamiento conservador adecuado puede plantearse un tratamiento quirúrgico.
Las intervenciones quirúrgicas clásicas vía abierta ya prácticamente nunca se utilizan habiendo sido sustituidas por la cirugía artroscópica o ultramínimamente invasiva ecoguiada.
La cirugía ultramínimamente invasiva ecoguiada consiste en realizar microcortes sobre la zona de lesión del tendón para reducir la tensión mecánica y estimular la llegada del flujo sanguíneo y la curación natural del tendón, todo ello mediante incisiones de menos de 1mm con control ecográfico.
La cirugía artroscópica ecoguiada o tenoscopia ecoguiada, aplica los conocimientos de la artroscopia y ecografía. Es decir, mediante 2-3 pequeñas incisiones de 1cm introducimos una cámara para visualización directa del tendón y motores para el corte y limpieza de la zona lesionada y eliminación de tejido cicatricial y calcificaciones, todo ello acompañado de apoyo externo mediante ecografía que ayuda a aumentar la eficacia de la técnica gracias a la excelente visualización del tendón.
Los resultados de la intervenciones quirúrgicas mínimamente invasivas son excelentes en la gran mayoría de los pacientes pero se consideran una opción en pacientes en los que han fallado los tratamientos conservadores.
A menudo, se suelen combinar las intervenciones quirúrgicas con terapias de medicina regenerativa, es decir, eliminamos el tejido cicatricial, reducimos la tensión del tendón y estimulamos la regeneración con PRP intralesional.



Los traumatólogos de Osium Trauma y Synergia hemos desarrollado la Unidad Interdisciplinar del Tendón que abarca diferentes disciplinas a nivel médico, fisioterápico y de readaptación deportiva implicadas en la curación de las lesiones tendinosas. Realizamos todas las terapias invasivas ecoguiadas avanzadas para regenerar el tendón y contamos con un equipo de especialistas en fisioterapia y readaptación y la tecnología más avanzada para una recuperación completa que permita la vuelta a la actividad de forma precoz.