Fractura de escafoides

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Fractura de escafoides

FRACTURA DE ESCAFOIDES

¿Qué es la fractura de escafoides?

 El escafoides forma parte de los huesos del carpo y es responsable de soportar y transmitir el 80% de las fuerzas de la muñeca, lo que lo hace susceptible a sufrir fracturas por traumatismos directos.

Se estima que la fractura de escafoides constituye el 60-70% de las fracturas del carpo y es la 2º fractura más frecuente de la muñeca después de la fractura de radio distal.

Tiene varias características que favorecen la aparición de fracturas y potenciales complicaciones:

  • Soporta el 80% de la transmisión de la carga de la muñeca, por lo que son frecuentes las fracturas por caída con la mano en extensión o traumatismos directos como el retroceso de una manivela. 
  • Su disposición en forma de “alubia encajada” en el carpo hace que, con frecuencia, las fracturas pasen desapercibidas en un primer momento, siendo visibles 2-3 semanas después si se repiten los estudios radiográficos. 
  • Más del 50% de la superficie está recubierta de cartílago, lo que favorece el riesgo de falta de consolidación de las fracturas. 
  • Presenta una vascularización precaria y vía retrógrada, lo que favorece el desarrollo de necrosis avascular (infarto) sobre todo a nivel del polo proximal.  

Mecanismo y tipos de fracturas de escafoides.

 La causas fundamentales de fractura de escafoides son los traumatismos, como las caídas con la mano en extensión o los traumatismos directos en la base del pulgar como golpes, lesiones deportivas o accidentes.

Existen diferentes tipos de fractura de escafoides, cada una con sus potenciales complicaciones. La clasificación de Herbert establece dos grupos diferenciados de fracturas agudas:

  • Tipo A (fracturas estables): A1 (fractura del tubérculo) y A2 (fractura incompleta del cuerpo).
  • Tipo B (fracturas inestables): B1 (fractura del polo distal oblicua), B2 (fractura completa del cuerpo), B3 (fractura del polo proximal) y B4 (fractura transescafoperilunar, la más inestable, ver más en  el apartado fracturas luxaciones de la muñeca).

La clasificación de Herbert nos permite orientar la indicación quirúrgica según el pronóstico. De esta manera, las tipo A (estables) se tratan con un yeso. Las tipo B3 (polo proximal) y B4 (fracturas luxaciones) deben tratarse quirúrgicamente por el gran riesgo de necrosis avascular y falta de consolidación (pseudoartrosis). Las tipo B1 (polo distal) y B2 (cuerpo) podrían tratarse con un yeso si no están desplazadas pero precisarán una intervención quirúrgica si se desplazan, o incluso en pacientes que requieran una recuperación precoz para vuelta a la actividad podrían intervenirse quirúrgicamente. 

Síntomas y diagnóstico. Cuidado, pueden pasar desapercibidas!

 El síntoma fundamental de fractura de escafoides es el dolor en la zona radial de la muñeca y al presionar sobre la denominada “tabaquera anatómica”, localizada en el dorso del escafoides entre los tendones extensores del primer dedo. También la compresión axial del primer metatarsiano puede producir dolor. 

El dolor se suele incrementar con los movimientos de agarre o coger peso, o al mover la muñeca o el pulgar. Suele acompañar inflamación en la cara radial de la muñeca y la base del primer metatarsiano.  

El diagnóstico se sospecha con la clínica pero debe confirmarse con una radiografía de muñeca en 3 proyecciones para visualizar mejor el hueso. Se debe añadir la proyección de Schneck específica de escafoides para valorar la presencia de fracturas. 

Es importante saber que la fractura de escafoides puede no verse con las radiografías iniciales, sobre todo en fracturas trabeculares no desplazadas, por lo que, en caso de sospecha clínica, debe inmovilizarse la muñeca incluyendo el pulgar y repetir las radiografías pasadas 2-3 semanas, donde habitualmente puede verse la lesión porque lo primero que ocurre tras una fractura es la reabsorción del foco de lesión, lo que lo hace visible. 

También puede realizarse un TAC o resonancia magnética en casos de dudas diagnósticas para confirmar la fractura, pero no siempre está accesible en urgencias. El TAC también es importante en caso de fracturas-luxaciones del carpo para evaluar las lesiones asociadas y la resonancia magnética ante la presencia de fracturas trabeculares, lesiones ligamentarias o necrosis avascular asociada. 

Tratamiento. Cirugía y rehabilitación precoz!

El tratamiento de una fractura de escafoides puede ser quirúrgico o ortopédico con yeso, en función del tipo de fractura de Herbert, desplazamiento, edad y actividad. 

TRATAMIENTO ORTOPÉDICO

En fracturas estables tipo A (tubérculo o incompletas) y en las fracturas inestables no desplazadas del polo distal (B1) o del cuerpo del escafoides (B2) podemos realizar un tratamiento conservador mediante un yeso braquiopalmar incluyendo el primer dedo durante 3 meses, ya que es una fractura que tarda 

TRATAMIENTO ORTOPÉDICO

 Es el tratamiento indicado en fracturas muy inestables (B3 y B4), fracturas inestables desplazadas (tipo B1 o B2) e incluso en fracturas B1 y B2 no desplazadas pero que precisan una reincorporación precoz a su actividad deportiva o laboral. 

El tipo de tratamiento habitual es la fijación percutánea (sin abrir, lo más frecuente) o abierta, con un tornillo de compresión, permitiendo la colocación de una muñequera durante 2-4 semanas y movilización precoz. En el caso de fracturas-luxaciones del carpo deben estabilizarse con tornillos o agujas el resto de lesiones asociadas (ver más en fracturas-luxaciones de muñeca).

PROTOCOLO SYNERGIA DE RECUPERACIÓN INTENSIVA PRECOZ TRAS FRACTURA DE MUÑECA:

El escafoides precisa una reducción y osteosíntesis muy precisa para evitar complicaciones como falta de consolidación, necrosis avascular o artrosis de muñeca. Pero también precisa una rehabilitación intensiva para evitar la rigidez de muñeca.

El protocolo que utilizamos en Synergia para recuperación tras una fractura de muñeca se realiza en tres fases terapéuticas. La primera fase consiste en bajar de forma rápida la inflamación con la tecnología avanzada de la  bomba diamagnética que se aplica incluso con las grapas puestas y a través del yeso. Una vez podamos retirar temporalmente el yeso utilizaremos la criopresoterapia Game Ready®  y la Terapia Indiba Activ®. Esta primera fase permite reducir la inflamación drásticamente y se combinará con Cinesiterapia activa y pasiva cuando podamos movilizar la muñeca, lo que permite recuperar la movilidad articular prácticamente completa en 4-6 semanas durante la segunda fase de tratamiento. Una vez recuperado un balance articular adecuado, pasaremos a la tercera fase de recuperación que consistirá en potenciar la musculatura y recuperar la coordinación y el equilibrio de la muñeca mediante ejercicios individualizados de readaptación post-quirúrgica, cuyo efecto podremos incrementar con el entrenamiento bajo restricción de flujo Mad Up®.

Con una correcta intervención quirúrgica y rehabilitación posterior los resultados son excelentes a corto y largo plazo con mínimas secuelas. 

Los traumatólogos de Osium Trauma y Synergia son especialistas en reconstrucción de fracturas de escafoides y profesores de la Asociación de Osteosíntesis (AO). Cuentan además, con un equipo de fisioterapeutas y readaptadores que implementan el “protocolo Synergia de recuperación intensiva precoz” tras fractura escafoides, lo que permite un tratamiento global y unos resultados satisfactorios.  

¡Que nada te impida moverte!

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