Fútbol

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El fútbol es el deporte Rey, el más practicado y, por tanto, el que más lesiones origina, estimándose en un 25-50% del total de los deportes en Europa. Ello se debe a que es un deporte de contacto, con giros bruscos, aceleraciones y deceleraciones que incrementan exponencialmente el riesgo de lesiones. 

La incidencia es proporcional al número de horas practicadas, el nivel técnico, la condición física y la intensidad de la actividad (se multiplica por 4 en un partido respecto a un entrenamiento). 

El mecanismo lesional puede ser directo e indirecto, es decir, con contacto o sin contacto. Las lesiones típicas por contacto se producen por el impacto de un jugador contra otro que trata de golpear  o proteger el balón, más frecuente durante la competición. Las lesiones sin contacto ocurren por fatiga muscular, más relacionadas con un acondicionamiento inadecuado previo.

OSTEOCONDRITIS DISECANTE

Los factores que influyen en las lesiones del fútbol pueden ser intrínsecos o biológicos y los extrínsecos o ambientales. Los factores intrínsecos se relacionan con la edad (a más edad, más lesiones y más graves), género (mucho más frecuente la rotura del ligamento cruzado anterior en mujeres), peso, fuerza, musculatura… Los factores extrínsecos se relacionan con la metodología del entrenamiento, condiciones climáticas (excesivo frío o calor), superficie del juega (dura mucho peor) y el equipamiento.

La localización de las lesiones es fundamentalmente en las extremidades inferiores debido a las características del deporte (63-93%) siendo las regiones más frecuentemente afectadas la rodilla, pierna y tobillo. Las lesiones de la cabeza, tronco y extremidades superiores representan el 3-12%.

Los tipos de lesiones más frecuentes son las contusiones, los esguinces y las distensiones musculo-tendinosas.  Según la edad predominan un tipo de lesiones u otras, siendo más frecuentes las contusiones, esguinces y fracturas en menores de 18 años y, a partir de esa edad, se van incrementando las roturas de ligamentos de la rodilla, lesiones meniscales y distensiones musculares, es decir, aumentan las lesiones graves con la edad. 

Existen lesiones muy características del fútbol, como el mal del futbolista (lesión del recto anterior), la Triada Desgraciada (ligamento lateral interno, menisco interno y ligamento cruzado anterior), el tobillo del futbolista (impingement de tobillo) o la pubalgia del deportista. Sin embargo, puede acontecer casi cualquier tipo de lesión en extremidades inferiores durante la práctica deportiva. 

OSTEOCONDRITIS DISECANTE

PREVENCIÓN DE LAS LESIONES DEL FÚTBOL

En una lesión están implicados factores intrínsecos y extrínsecos, así como el “infortunio” o “mala suerte”; es decir, la patada o giro “no predecible”, lo que hace que no podamos evitar al 100% el desarrollo de una lesión, pero sí minimizarla. Existen algunas medidas útiles:

  • Acondicionamiento previo: calentamiento y estiramiento adecuado antes y después del entrenamiento o partido. 
  • Reacondicionamiento tras un periodo de descanso: típico en periodo estival, donde debemos preparar de forma óptima la Pretemporada antes de iniciar la nueva temporada deportiva.
  • Reconocimiento médico y Evaluación funcional fisio-readaptación antes de la temporada. Es importante para descartar patologías o condiciones que predisponen a una lesión. 
  • Nutrición e hidratación adecuada, ya que está relacionado con calambres, fatiga, distensiones y riesgo de lesiones graves (como la rotura del ligamento cruzado anterior que, a veces, acontece al final del partido y es secundario a la fatiga muscular que hace que desaparezca la “protección muscular” durante los giros de rodilla). Es especialmente importante en climas o días cálidos.
  • Inicio gradual tras un periodo de descanso: tras una lesión o tras finalizar la temporada, debemos empezar de forma progresiva combinando ejercicios aeróbicos, de agilidad y fuerza.
  • Descanso adecuado cuando sea necesario: ante una molestia que no mejora se debe reducir el tiempo e intensidad de la actividad física para permitir su curación. 
  • Mantener una buena forma física, ya que las lesiones acontecen con más frecuencia en atletas que no han preparado de forma adecuada su cuerpo para la competición. 
  • Tacos y espinilleras bien ajustados, así como balones de tamaño adecuado a la categoría por edad, reducen el riesgo de lesiones en el fútbol. 
  • Evaluar las condiciones del terreno de juego: la hierba artificial puede ser más perjudicial que la hierba natural o arena. 

En Synergia contamos con un Equipo multidisciplinar formado por Traumatólogos Deportivos, Médicos Especialistas en Reconocimientos Médicos y Pruebas de Esfuerzo, Fisioterapeutas, Readaptadores y Podólogos Deportivos que pueden ayudarte para la práctica segura de tu deporte favorito, previniendo lesiones o resolviéndolas en el menor tiempo posible. 

¡Que nada te impida moverte!

El ejercicio es la mejor medicina

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