Lesiones del cartílago. Osteocondritis disecante y Osteonecrosis de rodilla

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Lesiones del cartílago. Osteocondritis disecante y Osteonecrosis de rodilla

LESIONES DEL CARTÍLAGO. OSTEOCONDRITIS DISECANTE y OSTEONECROSIS DE RODILLA.

¿Qué es el cartílago y estas lesiones?

El cartílago articular o hialino es un tejido que recubre los extremos óseos de las articulaciones y permite el movimiento articular con una ultra baja fricción gracias su matriz extracelular compuesta de colágeno y abundante agua. Es un tejido con escasas células, lo que dificulta su reparación y no tiene vasos y nervios sino que se nutre de líquido sinovial. Se continúa en profundidad con el hueso subcondral. Su función es la de amortiguación y distribución de cargas y permitir el movimiento de los extremos óseos sin fricción ni desgaste. Dado que tiene escasa capacidad de regeneración, las lesiones del cartílago se van reparar formando una estructura fibrocartilaginosa que no tiene las mismas que el cartílago hialino original. 

La OSTEOCONDRITIS DISECANTE es un trastorno en el que un  fragmento de cartílago y del hueso subcondral subyacente se separan parcial o totalmente de la superficie articular. Predomina en pacientes varones con una edad de presentación entre los 12-15 años, bilateral en el 25% y la localización más frecuente es en el cóndilo femoral interno a nivel intercondíleo. Se ha asociado al alteraciones del crecimiento, desequilibrios endocrinos, microtraumatismos o isquemia pero la mayoría de las veces la causa es desconocida. 

La OSTEONECROSIS O NECROSIS AVASCULAR (NAV) de rodilla consiste en una lesión subcondral que aparece como consecuencia de la interrupción de la llegada del flujo sanguíneo a una zona del hueso. Es mas frecuente en mujeres entre los 40-60  años, la localización más frecuente es el cóndilo femoral interno en su zona de carga y suele ser unilateral. Se ha asociado a obesidad,  esteroides, microtraumatismos, rodillas en varo pero lo más frecuente es que la causa sea desconocida, la cual se denomina Enfermedad de Ahlbäck. 

OSTEOCONDRITIS DISECANTE
OSTEONECROSIS O NECROSIS AVASCULAR (NAV)

Síntomas. Un amplio espectro…

La OSTEOCONDRITIS DISECANTE suele cursar con un dolor de rodilla leve e inespecífico pero puede cursar con derrame o bloqueo de rodilla secundario a un cuerpo libre si se desprende el fragmento. A veces es un hallazgo casual en radiografías realizadas por otro motivo. 

La OSTEONECROSIS se caracteriza por debutar con un dolor brusco e incapacitante acompañado de derrame articular. Es característico el dolor a punta de dedo en cóndilo femoral interno que puede confundirse con patología meniscal. El dolor suele ir mejorando con el tiempo a medida que va desapareciendo el edema óseo quedando de forma residual un dolor de características mecánicas. 

Diagnóstico. ESTA VEZ SIEMPRE RMN!

 La OSTECONDRITIS DISECANTE puede diagnosticarse simplemente con una radiografía. La mayoría de las lesiones son estables, pudiendo desprenderse las que tiene > 3mm. 

La resonancia magnética nuclear (RMN)  permite evaluar la integridad del cartílago y si la lesión es estable o no. La presencia de líquido sinovial es el espesor de la lesión es un signo de potencial inestabilidad del fragmento por lo que ayuda a evaluar la necesidad de intervención quirúrgica. 

Dipaola et al establecieron una clasificación pronóstica en función de los hallazgos en RMN que nos ayuda a evaluar la estabilidad de la lesión y la necesidad de intervención quirúrgica. 

En los grados I y II la lesión se considera estable y suele curar sin dificultad.  

En el grado III, la presencia de líquido sinovial por detrás de la lesión ensombrece el pronóstico y presenta más dificultad para la resolución espontánea.

En el grado IV el fragmento se ha desprendido y precisa intervención quirúrgica. 

El diagnóstico de OSTEONECROSIS se basa en una resonancia magnética, aunque en fases avanzadas  puede verse mediante una radiografía simple. 

Presenta 4 estadios,  siendo el 1 y 2 potencialmente reversibles y el 3 y 4 que darán lugar a una destrucción irreversible del cartílago y hueso subcondral, con el subsiguiente desarrollo de artrosis. 

El diagnóstico de OSTEONECROSIS se basa en una resonancia magnética, aunque en fases avanzadas  puede verse mediante una radiografía simple. 

Presenta 4 estadios,  siendo el 1 y 2 potencialmente reversibles y el 3 y 4 que darán lugar a una destrucción irreversible del cartílago y hueso subcondral, con el subsiguiente desarrollo de artrosis. 

Tratamiento. Esperar evolución y sino, intervención!

En la OSTEOCONDRITIS DISECANTE el tratamiento está determinado por la estabilidad del fragmento y el estado del cartílago. 

TRATAMIENTO CONSERVADOR

En grados 1 y 2 o, incluso, un grado 3 que no progrese. Consistirá en limitación de la actividad de la rodilla y, rara vez, inmovilización. Se puede añadir una plantilla de descarga para reducir la presión en la zona lesionada, viscosuplementación con ácido hialurónico o terapias biológicas de medicina Regenerativa como el PRP (plasma Rico en Plaquetas) tanto intraóseo como intraarticular. 

Se realizarán pruebas radiológicas periódicas para evaluar la evolución del fragmento osteocondral. 

TRATAMIENTO QUIRÚRGICO

En el grado 4 y algunos grados 3 se optará por una intervención quirúrgica, que viene determinada por la estabilidad del fragmento y, si está suelto, si puede ser reparable o no. Existen distintos tipos de intervenciones: perforaciones tipo Pridie  (también denominadas microfracturas) para favorecer el relleno de la lesión por fibrocartílago, mosaicoplastia que extrae cilindros de cartílago de otras zonas con las que se rellena la lesión, reimplante del fragmento libre, trasplante autólogo de controcitos (ACI o MACI®) o relleno con injerto de cadáver en lesiones muy extensas. 

En la OSTEONECROSIS, el tratamiento va a depender fundamentalmente del estadio de lesión en el que se encuentre.

TRATAMIENTO CONSERVADOR

En estadios iniciales 1 y 2 o, incluso, en algunos 3 se puede optar por tratamiento conservador basado en la descarga parcial, reposo, magnetoterapia, viscosuplementación con ácido hialurónico o terapias biorregenerativas como el PRP (plasma Rico en Plaquetas) intraarticular o intraóseo mediante perforaciones. 

TRATAMIENTO QUIRÚRGICO:

En estadio 4 y algunos 3 se puede optar por diferentes tratamientos quirúrgicos que van a depender de la severidad de la destrucción articular. Si la artrosis no está muy avanzada en pacientes jóvenes puede optarse por una osteotomía de descarga que traslada el peso del cuerpo al otro lado de la rodilla. Si la artrosis está más avanzada se debe realizar una prótesis de rodilla, que puede ser unicompartimental (sólo el lado afectado) o total (sustituye la articulación entera). 

En Osium Trauma y Synergia utilizamos todas las terapias disponibles para el tratamiento de las lesiones del cartílago, desde terapias biorregenerativas hasta intervenciones quirúrgicas tanto artroscopicas como protésicas. 

¡Que nada te impida moverte!

El ejercicio es la mejor medicina

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