¿Qué es el pectoral mayor?
El pectoral mayor es el músculo que tapiza la parte anterior del tórax y le da volumen. Consta de una cabeza clavicular (20%) que se inserta en la mitad medial de la clavícula y 7 segmentos de la cabeza esternal (80%) que se insertan en el esternón, cartílagos costales 2º-6º y aponeurosis del músculo oblicuo externo. Los tendones de ambas cabezas se combinan para formar un tendón en forma de U con dos capas que se insertan en el labio lateral del surco bicipital del húmero.
Su principal función es la aducción y rotación interna del brazo, pero contribuye a otros movimientos como la flexión (porción clavicular) y extensión (porción costoesternal). Además, actuando en conjunto con el músculo dorsal ancho, el pectoral mayor tira del tronco hacia adelante o hacia arriba cuando su inserción humeral está fija, lo que permite realizar actividades como escalada.
Es un músculo que puede ejercitarse en el gimnasio con diferentes actividades, siendo el press banca la más realizada. En función de la inclinación del banco, podemos ejercitar con mayor intensidad la porción costoesternal (press banca plano), la porción clavicular (press banca inclinado) o la porción abdominal (press banca declinado), debido al gran tamaño del músculo que hace que no funcionen todas las porciones al unísono.
La rotura del pectoral mayor es infrecuente, aunque su incidencia está aumentando ligada a actividades de máxima carga con el brazo en retropulsión, típico en el gimnasio, durante la última fase de descenso del press banca, o en deportes de contacto como el rugby, al placar un contrincante, debido a una contracción excéntrica brusca. Existen factores favorecedores de la lesión como son la edad (20-40años), consumo de esteroides anabolizantes, entrenamiento inadecuado o toma de antibióticos como quinolonas…


Tipos de rotura del pectoral mayor.
La porción esternal es la más afectada, fundamentalmente a nivel de su inserción tendinosa en el húmero. Sin embargo, la localización de la rotura puede situarse en diferentes zonas del pectoral mayor, siguiendo la clasificación de Tietjen.
Esta clasificación se basa en el grado de lesión y la localización de la misma:
- I: contusión o distensión.
- II: rotura parcial.
- III: rotura completa, que puede localizarse a nivel del origen (A), vientre muscular (B), unión miotendinosa (C), intra-tendinosa (D), inserción humeral (E) y avulsión ósea (F).
La clasificación permite establecer el pronóstico, la necesidad de intervención quirúrgica y tipo de intervención:
- Tratamiento conservador: en los tipos I, II, IIIA y IIIB.
- Tratamiento quirúrgico mediante sutura directa, túnel óseo o anclaje óseo: en los tipos IIIC, IIIID y IIIE.
- Tratamiento quirúrgico mediante fijación interna: IIIF.

Síntomas de rotura del pectoral mayor.
La rotura del pectoral mayor cursa con dolor agudo y sensación repentina de desgarro durante una contracción excéntrica en aducción y rotación interna del brazo, acompañado de debilidad y dolor en la parte interna del hombro.
La exploración muestra hinchazón y equimosis en la pared torácica y cara interna del brazo, así como el “signo del pezón caído”, «signo del hachazo” y la pérdida del contorno axilar anterior. La addución contrarresistencia se encuentra debilitada y acentúa la visualización del defecto axilar, así como la aparición en un abultamiento en el vientre muscular.


Diagnóstico de rotura del pectoral mayor.
El diagnóstico se basa en el mecanismo lesional, la exploración física y la confirmación mediante pruebas complementarias como la ecografía o la resonancia magnética.
El importante indicar que, una resonancia mal realizada, con una sospecha diagnóstica diferente o con una secuencia centrada en el hombro puede no diagnosticar adecuadamente una rotura del tendón del pectoral, lo que implica un retraso terapéutico y la cronificacion de la lesión. Es por ello, que algunos estudios cuestionan el papel de la resonancia, aunque sigue siendo la prueba de elección.
La ecografía dinámica del alta resolución es útil para el diagnóstico de la rotura, localización y valoración del comportamiento funcional del tendón durante su contracción activa.
La radiografía simple no es útil la mayoría de las veces salvo en arrancamientos óseos del tendón.


Tratamiento de la rotura del pectoral mayor.
Como hemos indicado, el tratamiento es fundamentalmente quirúrgico en lesiones tipo III que afectan a la integridad del tendón: unión miotendinosa (C), intratendioso (D), inserción humeral (E) o en arrancamientos óseos (F).
Se tratarán de forma conservadora mediante inmovilización con cabestrillo 2-3 semanas las roturas incompletas (tipo I y II) o completas que afectan al origen (IIIA) o vientre muscular (IIIB), así como pacientes con baja demanda funcional.
TRATAMIENTO QUIRÚRGICO
Se realizará fundamentalmente en pacientes jóvenes y activos con roturas completas que afecten a la integridad del tendón. Es importante un diagnóstico preciso para poder realizar una intervención quirúrgica en las primeras 6 semanas.
Las roturas agudas (< 6 semanas) pueden tratarse mediante sutura o reanclaje directo en el húmero con sistemas tipo endobutton que realizan un túnel óseo y reinsertan el tendón lesionado.

Las roturas crónicas (> 6 semanas) pueden precisar una reconstrucción con una plastia o aloinjerto de Aquiles, dado que con frecuencia el tendón se encuentra retraído y no permite el reanclaje en su inserción. Sin embargo, existen casos de lesión crónica que permiten una reparación directa similar a la lesión aguda.
Los resultados son excelentes tanto en roturas agudas como crónicas aunque mejor aún en agudas, con recuperación de la fuerza de aducción y unos resultados cosméticos favorables.

FISIOTERAPIA Y READAPTACIÓN
- Fisioterapia avanzada muscular: es fundamental en el tratamiento de las roturas del pectoral mayor para prevenir rigidez en el hombro. Tanto en Osium Trauma como en Synergia tenemos fisioterapeutas especializados en patologías musculares que van a utilizar todo tipo de terapias avanzadas, como la criopresoterapia Game Ready®, Indiba Activ®, bomba diamagnética, EPI, terapias neurales, punción seca… El objetivo de la fisioterapia será reducir el dolor y la inflamación para poder iniciar el proceso de readaptación muscular del pectoral mayor.
- Readaptación muscular avanzada: una vez que hemos reducido el dolor y recuperado la movilidad, la siguiente fase consistirá en devolver el equilibrio muscular para evitar recaídas. Esto se realiza mediante técnicas de readaptación avanzada de lesiones musculares que utilizamos en el Centro Médico Synergia, con programas individualizados de recuperación, hipertrofia, propiocepción, pliometría o sistemas de restricción de flujo (Mad Up®). Debemos tener en cuenta que el Return to Play, es decir la vuelta a la actividad deportiva se debe realizar una vez alcanzada una fuerza muscular, equilibrio y coordinación adecuados para prevenir recaídas.

Los traumatólogos de Osium Trauma y Synergia tenemos una amplia experiencia en roturas del pectoral mayor, tanto agudas como crónicas, por lo que podemos ofrecer el tratamiento más eficaz a cada paciente. Además, contamos con Fisioterapeutas y Readaptadores especializados en patología muscular para un tratamiento integral de las lesiones del pectoral mayor.