TENDINITIS CALCIFICANTE DEL HOMBRO
¿Qué es?
La tendinitis cálcica o calcificante de hombro consiste en una inflamación de los tendones del manguito rotador, principalmente del supraespinoso, secundaria a la presencia de una calcificación intratendinosa de sales cálcicas (fosfato y carbonato cálcico) que puede acompañarse de inflamación de la bursa subacromial.

Puede afectar hasta al 20% de la población, fundamentalmente a mujeres, entre los 30 y 50 años, sin antecedentes de ningún tipo ni traumatismos de hombro.
Habitualmente, la calcificación presenta un dolor escaso durante la fase de formación (pudiendo incluso ser completamente asintomática y encontrarse como un hallazgo casual), desencadenando un dolor intenso tipo inflamatorio, similar a otras enfermedades por microcristales, durante la reabsorción de los depósitos cálcicos.
De esta manera, nos encontraremos con dos patrones clínicos diferenciados: dolor mecánico, que se desencadena con los movimientos del hombro como en el pinzamiento subacromial y dolor inflamatorio agudo intenso similar a una crisis por microcristales.
Causas, tipos y fases.
No existe una causa concreta que determine la aparición de la tendinitis calcificante de hombro, a pesar de que se ha relacionado con hipotiroidismo o trastornos menstruales. Por ello, habitualmente no hay que realizar pruebas para descartar enfermedades reumáticas o metabólicas.
El pinzamiento subacromial a menudo no está presente previo a la calcificación, sino después de la aparición de la misma, dado que aumenta el volumen del tendón y lo hace menos elástico, favoreciendo el “roce” al pasar por debajo del acromion. Este es un patrón muy típico y fácilmente identificable mediante pruebas dinámicas ecoguiadas.
La hipótesis de “degeneración intratendinosa” como inicio de la calcificación está en entredicho, siendo más aceptado el origen “metaplásico cartilaginoso”, es decir, la transformación de células tendinosas en cartilaginosas productoras de tejido óseo calcificado.
Existen tres fases diferenciadas en este cuadro que, aunque es autolimitado, dura muchos meses hasta su resolución:
- Precalcificación: inicio de la metaplasia cartilaginosa, asintomática.
- Calcificación: se inicia una fase formativa inicial con depósitos de calcio con aspecto de tiza que viene seguida de una fase de reposo inactiva, ambas pueden presentar dolor discreto mecánico con ciertos movimientos del hombro. Posteriormente, se inicia una fase de reabsorción de los depósitos cálcicos en la cual el aumento de la presión genera un dolor intenso inflamatorio.
- Postcalcificación: se inicia la reconstrucción del defecto intratendinoso que deja la reabsorción de la calcificación, cursando con dolor discreto.
Existen dos tipos de calcificaciones: tipo A, con depósitos densos y homogéneos y tipo B, con depósitos segmentados con contorno suave.

Síntomas. Dolor mecánico Vs dolor inflamatorio agudo!
Existen dos patrones claros de dolor cuando se hacen sintomáticas, aunque debemos recordar que podemos encontrarlas como hallazgos casuales en radiografías de hombro.
- Dolor mecánico, tipo pinzamiento subacromial: aparece en un rango de movimiento determinado y con una posición del brazo, justo cuando pasa la calcificación por debajo del acromion y roza debido al aumento del volumen del tendón y la pérdida de la elasticidad del mismo. Se produce en las fases iniciales de formación y reposo de la calcificación. Los síntomas y exploración son similares al dolor por pinzamiento subacromial.
- Dolor inflamatorio, tipo artritis por microcristales: es un dolor agudo, intenso, en reposo y con el movimiento, que empeora por la noche. Se produce durante la fase de reabsorción de la calcificación por el aumento de la presión sobre el tendón. El dolor intenso puede irradiarse por la cara lateral del brazo, simulando una cervicobraquialgia y verse acompañado de la disminución del rango de movilidad.

Diagnóstico. ECOGRAFÍA Y RADIOGRAFÍA!
Dado que los patrones de dolor son indistinguibles de otras patologías del hombro, el diagnóstico de una tendinitis cálcica se debe realizar mediante pruebas de imagen, principalmente la ecografía o radiografía.
La ecografía MSK dinámica de alta resolución es la prueba más fiable para el diagnóstico, con una sensibilidad del 98% y una especificidad del 94%, superior a la resonancia magnética. Permite visualizar los dos tipos de calcificaciones: dura (tipo A) y blanda (tipo B), valorar desgarros tendinosos asociados, realizar una exploración dinámica que confirme el pinzamiento subacromial secundario a la calcificación y realizar las terapias ecoguiadas para eliminar la calcificación, como el barbotage.
La radiografía simple puede mostrar zonas de calcificaciones densas bien definidas a 1-2cm de la inserción de los tendones en la fase formativa o calcificaciones irregulares en nube en la fase postcalcificación.
La resonancia magnética es menos útil que la ecografía, ya que diferencia peor entre una calcificación intratendiosa y una lesión degenerativa del tendón.
El diagnóstico diferencial de una tendinitis calcificante se debe realizar con otras calcificaciones que pueden estar presentes en los tendones: calcificaciones distróficas, por desgarros antiguos del tendón y las calcificaciones por tracción o entesopatía calcificante, que aparecen justo en la inserción en el hueso.


Tratamiento. BARBOTAGE ECOGUIADO!
Actualmente la técnica de Barbotage o punción-aspiración ecoguiada de la calcificación la consideramos como el gold standard de tratamiento de la tendinitis calcificante de hombro.
Utilizaremos tres pilares terapéuticos: Terapias Invasivas Ecoguiadas para la eliminación de la calcificación y regeneración del tendón, Fisioterapia y Readaptación deportiva que permiten eliminar las calcificaciones y recuperar el equilibrio muscular y, en escasas ocasiones, la cirugía artroscópica de hombro.
TERAPIAS INVASIVAS ECOGUIADAS
Se utilizan como terapia fundamental para eliminar la calcificación como para ayudar regenerar el defecto del tendón una vez reabsorbida la calcificación (Ver más en Terapias Médicas Avanzadas. Hombro doloroso ).
- Técnica de punción-aspiración o barbotaje: es la terapia fundamental para tratar la tendinitis cálcica. Consiste en un lavado percutáneo de las calcificaciones de hombro que se realiza con anestesia local. Para ello se introduce suero a presión sobre la calcificación, disolviéndola y expulsándola de forma retrógrada hacia la jeringa. La duración es alrededor de 15 minutos y es indolora.
- Infiltración Ecoguiada peritendinosa o bursal: en la fase aguda inflamatoria es muy eficaz la infiltración de un antiinflamatorio en la vaina periférica y sobre la bursa subacromial para reducir el dolor y permitir realizar las actividades de estiramiento y reequilibrio muscular. Es estrictamente necesario realizarlo con control ecográfico para poder depositar el fármaco en la zona adecuada, asegurar su eficacia y evitar lesiones por la introducción intratendinosa del mismo.
- Terapias Biológicas de Medicina Regenerativa: basadas en el concepto de “autoacuración”, aplicamos terapias como el Plasma Rico en Plaquetas (PRP) en el defecto intratendinoso que puede quedar tras la reabsorción de la calcificación, con el objetivo de estimular su curación. (Ver más en Terapias Médicas Avanzadas. Medicina Regenerativa ).
- EPI® (Electrolisis Percutánea Intratisular): consiste en aplicar una corriente eléctrica que reactiva el proceso natural de curación de los tejidos. Se utiliza de forma similar a los PRP, para estimular la curación del defecto tendinoso que puede quedar tras la reabsorción de la calcificación. (Ver más en Terapias Médicas Avanzadas. EPI®: Electrólisis Percutánea Intratisular ).
FISIOTERAPIA Y READAPTACIÓN
En la fase aguda combinamos diferentes técnicas avanzadas de fisioterapia, siendo especialmente útiles las ondas de choque extracorpóreas para mejorar el dolor y ayudar a eliminar las calcificaciones. Otras terapias muy eficaces para reducir el dolor y estimular los procesos de curación natural del tendón son la bomba diamagnética, Indiba Activ® o criopresoterapia Game Ready®.
Una vez resuelta la calcificación, solemos iniciar un programa de readaptación y reacondicionamiento muscular en el Centro Médico Synergia para recuperar el equilibrio muscular del hombro.
CIRUGÍA ARTROSCÓPICA
De forma excepcional si persisten los síntomas tras más de 6 meses de tratamiento conservador adecuado puede plantearse un tratamiento quirúrgico: la artroscopia de hombro.
En la intervención, con 3 incisiones de menos de 1cm, introducimos un sistema de cámaras, motores y pinzas con los que eliminaremos la bursa subacromial inflamada (bursectomía), resecaremos la calcificación y, en caso de presentar un defecto tendinoso importante, se procederá a la reparación del mismo.
Los resultados son excelentes en la gran mayoría de los pacientes pero se considera una opción sólo en aquellos en los que han fallado los tratamientos conservadores.
A menudo, combinamos la artroscopia con terapias de medicina regenerativa, es decir, eliminamos el tejido calcificado del tendón y estimulamos su curación con PRP (plasma rico en plaquetas) intralesional.




Los traumatólogos de Osium Trauma y Synergia son especialistas en Terapias Avanzadas Ecoguiadas como el Barbotage y Terapias Biorregenerativas, por lo que podemos ofrecer el tratamiento más eficaz a cada paciente según su lesión. Además, contamos con fisioterapeutas y readaptadores especializados en lesiones de hombro, lo que nos permite mejorar los resultados finales y prevenir recaídas.